todo tiene su momento

buenas

transcurridos dos días desde las pasadas elecciones con cambio de gobierno incluido llego el momento de reaparecer y tomar conciencia de la nueva situación. Estos últimos días han sido pesados, muy pesados, tristes, odiosos y muchos otros adjetivos que no escribo para no herir la sensibilidad de nadie.

El pasado domingo acudía a votar como siempre he hecho desde que alcance la mayoría de edad, mi voto fue el de siempre, el mismo a los que siempre vote, y estoy orgulloso por ello, ya que puedo afirmar que después de 11 años continuo pensando igual y que nunca jamás abandone el barco ni cambie de opinión entendiendo más a la idea que al gobernante de turno. Esos vienen y se van, ganan dinero y quizás empiecen con buen pie, pero al final el poder acaba con ellos.

A pesar de todo, el voto del domingo fue especial, no pude dejar de pensar en aquellas 200 personas que ya nunca más podrán ejercar tal derecho, mi voto fue por ellos, por su memoría, por su recuerdo, por esos niños sin padres, por esos padres sin niños, por esos amigos sin amigos, por esos amantes cojos, por esas personas sin mienmbros, por las familias que nunca olvidarán, por todos ellos, sentí algo especial cuando depositaba el voto en la urna.

Pau o Paulet nunca olvidará el 11-M y espera que el resto de ciudadanos nunca jamás olvide su recuerdo.

saludos